domingo, 16 de agosto de 2015

El baron rampante

el viaje no tenía ese plan, pero como siempre ocurre con los viajes, se activa un orden otro que te va llevando .
sin darme cuenta, fui subiendo a la copa de los árboles, allí un poco separado del gravitatorio destino de los pies sobre la tierra, un poco mas cerca de las estrellas.
de a poco, el personaje de calvino que tan sabiamente suzzane supo ver en mi, reactivó en tierras en donde el idioma oficial sigue siendo el maya.
sentir que 1500 años antes, aquí había estereotómica gente ocupada en ver mas allá, igual que hoy la sigue habiendo, unos millas mas a oriente en tectónico territorio jíbaro, ayuda a salirse de esa insoportable condena en la que solemos caer en manos de los pregoneros de la coyuntura del mito de la caverna, que también siempre existieron y existirán.

viajar acerca.
viajar es salir a verse.
y el mas místico de coba, o el radiomagnético de arecibo, son dos observatorios que como la copa de los árboles de calvino, nos devuelven imágenes de lo mas lejano del universo: nuestro yo mas profundo, allí donde no hay nada.














que buen viaje syl!

habana siempre!

 

ojalá que los cambios que se avecinan, no vayan detrás de deseos que ya comprobamos, unos kilometros mas abajo, no funcionan.
han sufrido muchas restricciones, demasiadas, y desde afuera idealizamos cosas que a ustedes les han costado mucho, pero confien en ha valido la pena en tiempos históricos, para muchos, a costo de vuestro esfuerzo.
confiamos en que la experiencia en nuestras ciudades, les sirva para no pasar por los mismos lugares, y que el aparente atraso de la vuestra, se reformule como un avance, ya que son nuestras ciudades las que ahora buscan desesperadamente, y a altísimos costos, algunas cualidades perdidas que allí son moneda corriente.

salud habaneros, queridos amigos, porque los tiempos que vienen sean los que se merecen!