martes, 11 de mayo de 2010

florida

hay lugares que pertenecen a nuestro bienestar,
y solemos perderlos de vista, entre tanto ruido.
hoy volvi a transitar un pequenho circuito de placer, espejo de tardes de despertar a rutinas queridas, descubiertas en esa edad donde vas sin saber bien como hacia tus certezas.
nada muy especial, solo ciertos perfumes, recorridos, escaleras, lugares, reconocibles en la indepencia adquirida a los ponchazos, entre el instinto y algunos buenos datos que habia que saber encontrar.
bajar a ruth benzacar, dar la vuelta, subir, unos pasos, y bajar al cci, esa obra que clorindo inauguraba y que hoy, a 20 anhos, sea tal vez su mejor obra desde entonces.
hoy miraba a esos 3 senhores charlando en florida , cerca de la puerta, deja vu absoluto y de golpe dejar de escuchar el ruido ambiente, y yo un jovencito y don testa y horacio, los 3 charlando, yo a un metro del aire por tener accesos a esa secreta tertulia de vispera de inauguracion y tocar el cieloconlasmanosysentirqueyoempezabaaseryo, y bajar, y coleccionar los afiches de las muestras enchinchados en el techo de madera de la bohardilla, y prior y suarez, y las chapas acanaladas de fibrocemento que ahora blancas, y los escalones derramando granito in situ, pegando la vuelta, los diarios, que siguen igual, colgados con maderitas, las baldosas giradas que siguen dibujando a mano en esas plantas incomparables, y los libros que se desplazan, y el clima , congelado, hasta hoy, de un pedazo de un lugar que no es de aca, como proa, que cruzar la puerta y 11000km en 20 cm, y el solcito, y esos kioscos de revistas que horas, y bajar la plaza, y adivinar el rio, y hoy la fragata de macchi, que hace no tanto unos clasicos revisitados por da rin, y hace milenios unas botas con ruido a balas de una horrible instalacion de glusberg de la epoca de malvinas, que asi como le pifiaba en eso, completaba el circuito del placer con las tardes del despertar de la arquitectura en el cayc.

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